La oscuridad entristece. Gran parte de mi adolescencia, la viví encerrado en mi cuarto. Casi no tenía contacto con la luz del sol. Aproveché el tiempo leyendo y programando computadoras. Pero mi estado anímico decayó.
La luz del sol, produce alegría. Ilumina todos los lugares donde vives y trabajas. Prefiere la luz natural que llega a tu casa y ambientes de trabajo a través de grandes ventanales, puertas transparentes, aberturas en los techos y estructuras abiertas. La luz da mucha alegría.
Cuídate de la exposición directa a los rayos del sol. Pero viaja a las montañas, las playas, disfruta del aire puro y la benéfica luz solar.
Las investigaciones científicas demuestran que por medio de la luz serás más feliz.