Querido amigo, hoy muchos rechazan la existencia de Dios, o piensan que no es inteligente creer en un ser superior que nos da la vida. Este ateísmo en que vivimos destruye nuestra civilización.
Cuando fui adolescente, atravesé el doloroso desierto de la falta de fe. No creía en la existencia de Dios. Me nutrí de filosofías ateas que me llevaron a perder la fe. Esa etapa de mi tránsito por esta tierra fue vacía. La filosofía atea no llena de paz, ni ayuda a crecer y mucho menos da felicidad.
Por motivos muy particulares, mi fe regresó. Y fue como regar la tierra reseca y triste y verla florecer de colores y alegría. La fe en Dios, orar, asistir al templo a dialogar con el Creador, da una enorme paz y felicidad.
Busca a Dios, ora, dialoga con Él y pídele que te llene de fe, Amor y esperanza. Esta es la desición más inteligente que puedes tomar.
Está demostrado científicamente: quienes oran, meditan y viven con profundidad su fe, son más felices.