Ríe

Ríe y no hagas caso de los que se burlan de tu alegría. Reír es de inteligentes. Quienes ríen, son muy felices, se desestresan, mejoran su estado anímico y son más sanos.

Está demostrado desde la antiguedad, que reir cura las enfermedades. Se conocen muchos casos de personas en estado terminal, que decidieron vivir riendo los últimos días de su vida. Y al hacerlo, comprando películas cómicas o buscando motivos para estar alegres, se recuperaron milagrosamente de su cáncer o dolencia definitiva.

Ríe todo lo que puedas. La risa no solo produce felicidad. Está comprobado que mejora el sistema inmunológico y puede curar las más persistentes enfermedades.

Optimismo

El optimismo consiste en pensar positivamente sobre las circunstancias. Se trata de creer que las cosas mejorarán y se saldrá adelante con la tarea. El optimista vive con mucha alegría y confía en Dios. Ante todo, cree que lo que le ocurre confabula a su favor. Este es uno de los rasgos más importantes que se detectan en las personas más exitosas. Creen firmemente que tendrán éxito y así será. Las creencias, son profecías hechas realidad.

Para ser feliz, necesitas de otros seres humanos que te apoyen.  Si eres pesimista, los demás se alejarán de ti. A las personas les gusta estar junto a los ganadores y los ganadores son optimistas.

Decide pensar en positivo. Además de ser uno de los distintivos de los más exitosos, este hábito será tu llave maestra a la felicidad.

Libera tu corazón

Libérate de la mentira, el resentimiento, la culpa, el temor y el complejo de inferioridad. Estas malezas debes eliminarlas del jardín de tu felicidad.

Di la verdad. Este pequeño cambio dará coherencia y paz a tu vida.

Perdona, lo lograrás orando por quienes te lastiman. Bendícelos de corazón.

Perdónate, harás más restituyendo con buenas obras los errores cometidos, que culpándote por tus faltas.

Vence el temor haciendo todo aquello que temes y conviene realizar para ti y para los demás.

Aprende a valorarte. Eres hijo de Dios. Y Dios es el Rey más poderoso que existe. Imagínate. Eres hijo de un poderoso rey que es dueño de todo lo que existe. Se humilde, pero entiende que tienes el mismo valor que un mendigo o un poderoso monarca. Todos somos muy valiosos. Tú eres muy importante y mereces ser feliz.