La felicidad es como una pintura

Anoche soñé que una mujer muy sabia me dio consejos sobre el arte de ser feliz. Me dijo que la felicidad se puede comparar con  la presencia o ausencia de colores básicos en la vida. Las tonalidades o colores secundarios se desprenden de la presencia de los tres primarios.

De este consejo tan interesante, podemos deducir que nuestra vida es como una pintura. Si faltan los colores básicos, tendremos infelicidad. Si involucramos las áreas básicas, nuestra vida será equilibrada.

Para que una pintura se vea bien, debe tener equilibrio, armonía, los colores han de ser distribuidos adecuadamente, las formas poseerán sentido estético y la pintura en su conjunto ha de transmitir un mensaje muy agradable a la vista, al corazón y al intelecto. Así ocurre con los seres humanos. Generalmente son infelices porque no involucran los colores básicos o no saben combinarlos. Muchas veces existen desequilibrios, ausencia de luces o sombras y no tienen perspectiva o puntos de fuga.

Si deseas ser feliz, has de tu vida una  obra maestra, llena de equilibrio, belleza, armonía y una sana mezcla y distribución de los colores básicos de la alegría.

Desarrolla la creatividad

Paisaje pintado con el profesor Ponce.

Un poderoso secreto de la felicidad consiste en desarrollar el potencial cretivo. La creatividad produce salud mental y alegría.

Desde niño dibujé, inventé, generé negocios, escribí y desarrollé mi capacidad para generar ideas creativas. Hoy, junto a mi socio Hernán y al equipo creativo, innovamos en el mundo de las decoraciones y los eventos con la empresa Más Ideas producciones, inventando y produciendo obras creativas para grandes compañías como Grupo Q, Mutual Alajuela, Eventos del Sol o publicitarias como Garnier. Esto no solo da alegría; genera prosperidad, salud mental, soluciones y nuevos productos para la sociedad.

Si deseas ser más feliz prueba con la creatividad. Hoy, con mi profesor Guillermo Ponce, continúo mi aprendizaje en el mundo de la pintura. Esto me ayuda tener alegría.

Si deseas tener más felicidad, expresa la creatividad que llevas por dentro.

Ejercita tu cuerpo

Ejercita tu cuerpo

Practica algún deporte. Te recomiendo la natación. Desde niño, aprendí a nadar. Me enseñó el profesor de María Del Milagro París, que impartía lecciones en el Colegio de Médicos de Costa Rica. En la secundaria mantuve esta disciplina y hace algunos años competí por San José. La natación tiene la ventaja de ser un deporte muy completo. Mejora la salud, fortalece el cuerpo y  protege la columna.

Lo importante, es  relizar ejercicio con regularidad. Cuando caminas, corres, nadas o efectúas el ejercicio que más te gusta, liberas endorfinas. Las endorfinas son drogas naturales que producen felicidad. Se generan cuando haces lo que más te gusta o practicas algún ejercicio.

Practica algún ejercicio, has la prueba. Tendrás más salud y felicidad.

Acepta el cambio

Si existe algo seguro, es el cambio. Todo está en constante mutación. Cambian las estaciones, cambia la apariencia de las personas, cambia la historia. Y aún cuando existan ciclos repetitivos, nunca vuelven a ser iguales.

Acepta el cambio y tendrás más alegría. Porque de hecho, siempre vendrán cosas nuevas y si las esperas, tendrás la capacidad para adaptarte y mejorar. Es como esperar olas nuevas y aprovechar las crestas para «sorfear» sobre ellas. Se trata de aprovechar los cambios para crecer, mejorar y ser cada día más fuertes gracias a lo nuevo que te trae la vida.

Acepta el cambio como una realidad y serás más feliz.

Equilibra tu vida

La disciplina y la moderación  dan felicidad.

Los excesos producen todo tipo de problemas.

Si comes sin límite, te enfermas. Si bebes sin medida, pierdes la cordura y haces cosas incoherentes. Si gastas sin disciplina y te endeudas, no ahorras, ni administras bien tu dinero y los bancos te asfixian. Todo debe hacerse con moderación.

Una vida equilibrada en la comida, el sexo, los lujos, las bebidas y todas las áreas en que te desenvuelves,  da control y balance a tu vida, aumenta tu paz interior.

La moderación produce estabilidad física, mental y espiritual.

Para ser feliz practica la disciplina y la moderación en todo lo que hagas.